El laminado o plastificado, en general, es un tipo de acabado que tiene la finalidad de proteger el papel ante las variaciones térmicas, humedad, rayaduras, grasa de las manos y en general ante la manipulación constante por parte de los usuarios del producto impreso.
Este acabado puede aplicarse por una cara del papel (por ejemplo en el caso de cubiertas de libros) o por los dos lados (en trípticos, por ejemplo).
Este plastificado consiste en adherir al papel una fina capa de polipropileno brillante, con lo que el soporte adquiere un aspecto mucho más atractivo. Este tipo de plastificado es bastante común en una gran variedad de productos impresos, como trípticos, cubiertas de libros y catálogos, tarjetas de presentación, carpetas o folders, etc.
El plastificado brillante, al llamar la atención, está especialmente indicado en el caso de impresos orientados a la venta y con grandes imágenes en color.
El plastificado mate, por otro lado, al ser aplicado sobre un diseño impreso, consigue eliminar la mayor parte de los brillos, lo cual confiere al producto un aspecto más sereno y colores satinados. Muchas personas, incluso, dicen recibir una sensación de mayor calidad al observar un producto plastificado en mate.
Es por ello que una de las principales aplicaciones de este plastificado es la comunicación corporativa. Los típicos productos gráficos candidatos a incluir el plastificado mate son: catálogos corporativos, memorias anuales, carpetas de presentación y tarjetas de visita.